Un día después de que anunciara un recorte del 20% de su plantilla en España, Telefónica recibió hoy duras críticas en el país, y no sólo por esos planes: la mayor empresa española quiere aprobar un plan de incentivos millonarios para premiar con unos 500 millones de euros a unos 1,900 directivos.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, evitó pronunciarse sobre ese recorte de puestos de trabajo desde China, donde se encontraba de viaje. Pero sí habló de él en Madrid el vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba. “No estoy de acuerdo. Más claro no puedo ser”, manifestó el “número dos” del gobierno socialista.
El jueves había sido el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el que aseguró que no era buen momento para eliminar en torno a 6,000 empleos. España tiene actualmente una tasa de desempleo de en torno al 20%. Los sindicatos, por su parte, fueron los que más duro criticaron el plan de incentivos millonarios para los directivos de Telefónica, tras el anuncio del expediente de regulación de empleo.
“Francamente, me parece que tal y como ha anunciado la dirección de Telefónica la reducción de plantilla y el aumento de los incentivos a los directivos, lo que ha hecho ha sido trasladar una imagen sangrante y sonrojante”, manifestó el secretario general del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez. Telefónica propondrá a su junta de accionistas, que se celebrará el 18 de mayo, aprobar un plan de incentivos para directivos por 450 millones de euros y otro, por otros 50 millones, ligado a la permanencia de directivos y determinado personal.
El presidente de la empresa, César Alierta; el consejero delegado, Julio Linares, y el presidente de Telefónica para Latinoamérica, José María Álvarez Pallete, podrían repartirse entre los tres hasta 50 millones de euros en acciones de la empresa en un periodo de cinco años. El portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso de los Diputados denunció un “capitalismo sociópata” que “no tiene responsabilidad social” y “tiene grandes ‘bonus’ para sus gestores”. Telefónica, que cuenta con unos 30,000 empleados, plantea reducir su plantilla en España en un 20% en los próximos tres años, lo que equivale a la supresión de unos 6,000 puestos de trabajo.
El grupo presidido por Alierta registró el año pasado unos beneficios de 10,167 millones de euros (unos $14,740 millones), un 30.8% más que en 2009. Sin embargo, ese avance tuvo lugar gracias sobre todo al efecto contable de la compra de la operadora celular brasileña Vivo. Sin contar los ingresos extraordinarios, los beneficios habrían crecido un 3%, una cifra con la que la compañía argumenta su plan de recortes de empleo.
Mónica Morales
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